300 años del Beaterio Santísima Trinidad

Hoy ya no existen los Beaterios, o han desaparecido, o se han transformado en congregaciones religiosas, como la nuestra, aunque el Colegio sigue llevando su nombre, pues el Beaterio le dio origen.
Un beaterio era un lugar donde mujeres pertenecientes a un estado religioso, aceptado desde muy antiguo por la Iglesia, hacían votos de pobreza, castidad y obediencia y se dedicaban a la oración y a las obras de virtud. Madre Isabel de la Santísima Trinidad, fundadora de esta institución, escogió este medio de santificación para poder aunar su espíritu de contemplación con las obras de caridad y beneficencia.

Madre Isabel nació en Sevilla en el barrio de la Macarena y cuando murieron sus padres manifestó a su director espiritual, el trinitario calzado Padre Chacón su propósito de utilizar el patrimonio que le dejaron sus padres al servicio de las niñas huérfanas. Y a los 25 años de edad, un jueves 2 de febrero de 1719 ella y María Pérez Rodríguez, pronunciaban sus votos de pobreza, castidad y obediencia en el convento de los trinitarios calzados, naciendo así el Beaterio de la Santísima Trinidad de Sevilla, para amar a Dios y a sus criaturas más débiles.Se unieron a ellas dos mujeres más, arrendaron a los trinitarios una casa en la calle Enladrillada para acoger, educar, cuidar y sobre todo amar a las niñas huérfanas y pobres. Al poco tiempo la casa se quedó pequeña y tuvieron de nuevo que arrendar y reparar una mayor en la calle Santa Lucía, donde actualmente vivimos.

La ampliación de la casa para un centenar de niñas iba a ser muy costosa y con los permisos necesarios marchó a América, para recoger la herencia de un hermano de su madre, llamado Sebastián Caballero, maestro cirujano que falleció en México.
Tardó 5 meses en llegar a la ciudad de México y cuando solicitó permiso para pedir limosna, le exigieron la presentación de una Real Cédula, como no la tenía tuvo que regresar a España para aligerar los trámites. Llegó con 6.000 pesos de la herencia de su tío, un lienzo con la imagen de la Virgen de Guadalupe (la cual tenemos situada en la capilla mayor del colegio) y un precioso niño Jesús con rasgos mexicanos (situado en la capilla de la Fundadora).

Para construir la iglesia y el convento para las niñas y religiosas tuvo que volver a América. Esta vez llevaba los papeles en regla y llegó el 30 de marzo de 1754. En cuatro años de estancia en México, consiguió 14.000 pesos para dar un buen empuje a su querido Beaterio.
¿De dónde sacaban fuerzas Madre Isabel y sus compañeras para realizar tan difícil misión, sin contar con medios económicos? La respuesta es convincente y clara, de la Oración, sobre todo de la Eucaristía y de buscar y aceptar en cada momento la voluntad de Dios, que siempre quiere lo mejor para todos.

Pero, al conmemorar los 300 años de la fundación del Beaterio, no sólo valoramos la misión de Madre Isabel, su entrega apasionada a las niñas más pobres y necesitadas de su tiempo. Queremos rescatar, agradecer, y ofrecer el testimonio de su vida como mujer de Dios, cuyo centro y eje siempre fue la Santísima Trinidad. De ahí su nombre, de ahí su consagración especial, de ahí su pasión por llevar la liberación a las niñas más necesitadas, de ahí su estilo de vida. Dios lo era todo para Madre Isabel, era su fuerza, su belleza, su coraje, su valentía, su motivación, su espíritu. Por eso, cuando alguien le preguntó sobre lo que la movía en su vida, ella no dudó en responder: “Si he de decir de mi interior, diré que mi interior es Dios”.

Hoy, 300 años después sus hijas, fusionadas con las Hermanas Trinitarias de Madrid, vivimos el carisma trinitario con el corazón y la puerta “SIEMPRE ABIERTA” a Jesús, presente en cada persona que se acerca a nosotras.

Las Hermanas Trinitarias, fundadas por Francisco de Asís Méndez Casariego y Mariana Allsopp Manrique, recibieron como un don el Beaterio fundado por Madre Isabel. Fue el día 2 de Febrero de 2012, aniversario de ambas instituciones, y cuando celebramos el día de la Vida Religiosa. El Beaterio ha sido integrado plenamente en la Congregación de las Hermanas Trinitarias, nacida para acoger y liberar a la juventud necesitada. Las coincidencias fundamentales en el carisma que les dio origen, en los valores esenciales de su espiritualidad y misión, la pertenencia a la Familia trinitaria, así como la llamada del papa Francisco a unirnos quienes trabajamos con los mismos objetivos, y tenemos una identidad afín, hacen de esta fusión una experiencia de gracia acorde con los signos de los tiempos.

Damos gracias a Dios por la valentía de Madre Isabel, que hoy junto al Padre Méndez y la Madre Mariana, hacen posible que el carisma liberador – redentor pueda seguir presente en las Hermanas, educadoras y educadores y en toda la familia trinitaria, siendo un SIGNO DE LIBERACIÓN para la juventud de nuestro tiempo, en especial la más necesitada.

CELEBRACIONES CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DE LOS 300 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL BEATERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD DE SEVILLA.

La comunidad y el centro educativo están preparándose para dicha conmemoración con un programa de eventos para 2019 que se dará a conocer próximamente. Las fechas de celebración serán: 2 de febrero, 8 y 22 de Mayo y 16 de junio día de la Santísima Trinidad.
De esta forma queremos agradecer el carisma que nos legó Madre Isabel fundadora del colegio del Beaterio de la Santísima Trinidad. La cual atenta a la realidad de las niñas de Sevilla, vio la necesidad de ofrecer un hogar a las niñas huérfanas y pobres, así como una educación cristiana y un futuro digno y con porvenir. El mismo carisma se ha desarrollado también en distintas poblaciones de Andalucía: Galarosa, San Juan del Puerto y Fuenteheridos en la provincia de Huelva; Sorihuela del Guadalimar (Jaén) y en la ciudad de Cádiz.
Este carisma permanece hoy gracias a la Comunidad de hermanas Trinitarias, y a toda la Comunidad Educativa del Colegio, que con cariño y entrega lo seguimos actualizando en la sociedad que nos toca vivir en el momento presente.
Gracias a todos y todas los que lo han hecho posible a lo largo de estos 300 años; gracias también a quienes hoy lo estáis haciendo posible.

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Sobre nosotros

Nuestro centro educativo se inspira en el estilo de vida trinitario, y se concreta en el compromiso liberador porque la juventud necesitada tenga los medios que precisa para realizarse personalmente, y vivir libre y feliz. A través de un modelo educativo liberador, contribuimos a que la juventud que tiene menos posibilidades pueda tener una educación de calidad y llevar a cabo su vocación y proyecto de vida, y pueda así llegar a desplegar su contribución personal al desarrollo social.